La combinación de características alpinas y mediterráneas de Eslovenia atrae a un gran número de visitantes estacionales durante todo el año. Un floreciente período de turismo para Eslovenia tiene lugar durante la temporada de invierno, donde los entusiastas del esquí se reúnen para hacer frente a algunas de las mejores pistas de esquí del mundo. Existen varios macizos montañosos dedicados a los deportes de invierno, incluidos los orientados a niveles profesionales. El pico más alto es Triglav, que se encuentra a 2,864 metros sobre el nivel del mar.
Más al sur, la longitud de la costa adriática de Eslovenia tiene solo 47 kilómetros, y podemos decirle por experiencia que cada pulgada cuadrada se utiliza de manera eficiente durante los períodos más cálidos. El turismo de verano está en pleno auge aquí, siendo las ciudades costeras Piran y Portorož sus principales atractivos.
Debido a que hay tanto que ver y hacer en Eslovenia, puede resultar difícil recomendar una sola actividad. Sin embargo, además de lo anterior, el lago Bled y Bohinj, la cueva de Postojna, Kranjska Gora y la famosa Lipica, de donde se origina la famosa raza de caballos Lipicaner, son lugares de visita obligada durante su visita.