Limpiar y desinfectar. Para que quede claro, limpiar no es lo mismo que desinfectar. La limpieza implica el uso de agua y jabón para eliminar la suciedad y los gérmenes de las superficies. La desinfección, por otro lado, funciona mediante el uso de productos químicos y productos como lejía y otras soluciones para matar gérmenes que contienen un concentrado a base de alcohol.
Se cree que las soluciones de limpieza con lejía doméstica diluida o al menos un 70% de alcohol son eficaces contra la muerte de la mayoría de las bacterias, incluido el coronavirus.